A veces, el día a día nos impone un ritmo desenfrenado. Pero reservar tiempo para los placeres más simples y genuinos nos ayudará a valorar más esos instantes en los que podemos, sencillamente, dedicarnos a disfrutar, apreciar cada detalle y matiz de nuestros planes y nuestras rutinas, desde una conversación agradable hasta una cerveza degustada en buena compañía.
La cocina es una de esas actividades que nos resultan sumamente placenteras, que nos encandilan por su conexión con lo manual, lo artesano (al fin y al cabo, es pura artesanía del sabor, alquimia de los aromas gustos). En la cocina, no siempre es necesario invertir horas y horas para obtener un resultado perfecto. Basta con dedicarle el tiempo justo y necesario, prestar atención a cada paso, mimar cada elaboración (al igual que hacen los maestros cerveceros de Cervezas Alhambra) y emocionarnos dando forma a un plato sencillo, pero especial, que disfrutar con los nuestros.

Encontrar recetas rápidas, ricas y sanas, como esta sartenada de calabacín con queso y jamón, con aire de tortilla y con solo tres ingredientes, nos permitirá disfrutar en el día a día de nuestra pasión por la cocina, pero sin complicarnos demasiado. Es una de esas recetas que están listas en apenas veinte minutos y que cumple dos condiciones básicas: es fáciles de cocinar y también equilibrada nutricionalmente.
Las verduras, en su sencillez y simplicidad, dan mucho juego en la cocina y pueden acompañarse con prácticamente cualquier otro ingrediente para completar un menú delicioso. El calabacín, protagonista principal de esta receta, apenas tiene desperdicio, y su sabor suave suele agradar a todos los paladares. Gracias a su gran versatilidad, es una de las hortalizas más consumidas en el Mediterráneo y con él pueden prepararse infinidad de platos.
Esta es una preparación sencilla, con pocos ingredientes, pero en la que resulta primordial escoger los mejores productos (a poder ser, de temporada) y prestar atención a todos los detalles del proceso de elaboración para conseguir el mejor de los resultados.
Ingredientes para 6 personas
- 1 calabacín
- 150 g de queso (cheddar, mozzarella o emmental)
- 60 g de jamón serrano muy picado
- Tomillo fresco al gusto
- Aceite de oliva virgen extra
Elaboración de la receta paso a paso
Con una mandolina o un cuchillo muy afilado, cortamos el calabacín con su piel en rodajas, previamente lavado y despuntado.

Cocinamos las rodajas de calabacín en una sartén con unas gotas de aceite de oliva virgen extra, dándoles la vuelta para que se doren por ambos lados.

Repartimos las rodajas asadas de calabacín en la sartén con unas gotas de aceite y las cubrimos con abundante queso rallado. Dejamos que el queso comience a fundirse con el efecto del calor, llenando la cocina de un aroma lácteo inconfundible. Para acelerar el proceso, podemos tapar la sartén.

Agregamos el jamón muy picado y unas hojitas de tomillo fresco (o de cualquier otra hierba aromática que tengamos en casa). Servimos la elaboración bien caliente, dividiéndola en porciones según los comensales.

Con qué acompañar la sartenada de calabacín con queso y jamón

El sabor ligeramente dulce del calabacín marida deliciosamente con las notas suaves y el amargor refrescante de Alhambra Especial, una cerveza dorada, brillante y con una espuma cremosa y consistente. Su fina persistencia deja un suave amargor, pero su cuerpo delicado es el complemento ideal de esta sartenada.
La intensidad aromática de Alhambra Especial es ligera, pero incluye una mezcla sutil de sensaciones afrutadas y florales. En boca, el amargor es bajo y suave, lo que unido a un cuerpo moderado la hace muy refrescante, ideal para acompañar cenas y comidas informales, pero en las que nos apetece disfrutar del singular sabor de esta cerveza.

Podemos completar nuestro menú con una ensalada de brotes verdes variados, bien escurridos para que queden muy crujientes, y bien aliñada con aceite de oliva virgen extra. Otra opción es disponer en una bandeja tomate troceado menudo, zanahoria rallada, aguacate picado, remolacha rallada, cebolla picada… Así, cada comensal podrá servirse la cantidad que desee.
Otras recetas con calabacín rápidas y deliciosas
El calabacín es un producto versátil, que admite ser cocinado de muchas maneras, dejando que la imaginación de los artesanos de los fogones vuele. Su fina piel no tiene por qué ser retirada para poder cocinarlo, y la combinación de color oscuro de esta con el tono más claro del interior conferirán al resultado final del plato un delicioso y visual contraste.
Si es tierno, el calabacín necesita muy poco tiempo de cocción, con lo que podemos obtener recetas sabrosas del agrado de todos. Tanto si lo preparamos a la plancha, como al horno, cocido, rehogado, frito, salteado, asado o relleno, admite multitud de combinaciones y siempre es una apuesta segura, tanto como ingrediente principal como acompañamiento.
El calabacín queda delicioso en el interior de una tortilla, una receta tan clásica como infalible. Con él también podemos preparar, por ejemplo, una tarta con pasta brick con tomate, berenjena y calabacín. Será una elaboración ágil, de sabores potentes que contrastarán a la perfección con una Alhambra Reserva Roja. Porque, tantas veces, no hace falta más que ingredientes sencillos y un buen maridaje para disfrutar de la cocina y saborear nuestra pasión.